Sobre la Ley de Habitat

Sesión del 18/10/12. Resaltando el gran avance que significa esta ley y la necesidad de un registro de tierras fiscales.

Sr. PRESIDENTE (González).- Tiene la palabra el señor diputado Vago.

Sr. VAGO (FAP).- Señor Presidente: Adhiero a la mayoría de los conceptos que han dicho los legisladores que me precedieron en el uso de la palabra.

Hoy estamos legislando para modificar el Decreto Ley 8912/77, que hasta hoy marcaba el ordenamiento territorial en la provincia de Buenos Aires. Lo sigue haciendo, pero nosotros hoy hemos construido, en conjunto y aceptando, como sucede en la política argentina, tratar en el lapso de diez días, una ley que sirve y propicia mayores espacios de creación.

Este trabajo conjunto ha dado como fruto una ley que, frente a cualquier interés de sector o grupo económico que defienda determinada visión de mercado en la construcción de nuestro territorio, da las herramientas para construir con mayor grado de igualdad; mejor dicho, estamos dando elementos para disminuir la desigualdad que existe en cuanto al acceso y la tenencia de la tierra en nuestra Provincia.

Lo que hoy estamos debatiendo es algo que se ha construido desde abajo, porque es el trabajo de muchas organizaciones sociales -algunas de ellas presentes- y muchos militantes que creyeron que había que reformar y construir con mayor grado de integración en nuestros barrios.

¿Cómo nace el asentamiento? Nace frente a la situación de ciudadanos que no tienen acceso a la tierra, y que no quieren estar en una villa porque entienden que es un ámbito que rompe la trama urbana, que no permite el acceso y prefieren hacer construcciones en ámbitos de tierra degradada, inhóspita, abandonada, para ir avanzando hacia un mejor grado de ciudadanía.

Este proyecto de ley es la expresión de mucha gente que ha trabajado en las organizaciones. Y en esto, quiero reivindicar a un hombre que fue legislador de esta Cámara en los ’80; me refiero al diputado Alberto Aramouni, quien trabajó por el derecho al territorio familiar, concepto planteado en los ’80, en pleno período democrático, que motivó numerosos trabajos al respecto en nuestra Provincia en general y en el partido de La Matanza en particular.

También tenemos que reivindicar desde nuestro bloque, los planteos sobre la plusvalía urbana del senador Zingoni presentados en los años pasados.

Esta ley, producto del trabajo de las organizaciones sociales, fue recogida por un núcleo de legisladores que la siguieron trabajando y fue vista luego por otro núcleo mayor de legisladores que le fuimos corrigiendo y marcando cosas hasta poder sacar una ley mejor, una ley que, frente a los grupos de interés y al planteo de que el mercado es lo único que puede definir el territorio, nos hace poder decir que acá hay herramientas de trabajo.

Esta es una etapa, una primera etapa y la ley habilita a hacer gestión a la Provincia y a los municipios y considero que, en general, la dificultad de la Argentina no es un problema de leyes o decretos, sino que la dificultad en la Argentina, para construir una Argentina con más ciudadanía, con más igualdad y con más libertad, está en la gestión. Y este es el desafío enorme que se va a plantear cuando esta ley se ponga en ejercicio.

Aclaro que esto no lo digo desde lo malo, sino desde la virtud del desafío que van a tener los intendentes con las posibilidades que les otorgamos para impulsar los conceptos de plusvalía urbana que esta Cámara también el año pasado reconoció y que hasta ahora no se han podido sancionar.

Entonces, planteamos el tema, tenemos una herramienta y hemos cumplido como Cámara con una deuda que teníamos para con la sociedad y, frente a esto, cabe pensar que es posible construir otras cosas en la Argentina.

Creo que hay muchos temas que se construyen pensando con organizaciones sociales que trabajan junto a la ciudadanía para buscar la solución a los problemas.

Este año estuve en la comisaría de un barrio de Moreno y en el plano que tenía el comisario en su despacho, aparecían los focos del delito que eran 3 o 4, precisamente en Moreno Norte. ¿Esos focos eran las cocinas de cocaína? ¿Eran los desarmaderos de autos? No, eran las tierras vacantes, muchas veces abandonadas, que los ciudadanos sin tierra querían tomarlas. Estos eran los focos de conflicto en una zona de 80.000 habitantes que tenía 3 móviles con 6 personas en la calle para cuidarla.

Había que cuidar estos lotes que, con seguridad, eran de herencias las que no se podía determinar la propiedad porque, de lo contrario, ya se habrían vendido.

En consecuencia, hoy tenemos esta herramienta, esta herramienta que es una primera etapa y que ya la podemos levantar. Además, no me extraña que gente que ha desarrollado emprendimientos urbanos importantes, reconozca la sensatez de esta norma, porque la Argentina si no se integra, no tiene destino.

En lo personal, cuando fui a vivir a Moreno hace 35 años, ahí no había ni un asentamiento ni un barrio cerrado; 35 años después, hay 120 asentamientos y numerosísimos barrios cerrados.

Entonces, uno espera que esta norma, que –reitero- es una primera etapa para actuar en la regulación del ordenamiento urbano, para actuar en función de la condición social de la propiedad, para actuar en función de una gestión democrática de la sociedad, para actuar dando ciudadanía, que es la forma de dar libertad, sea un camino para avanzar.

Yo no voy a hablar de todo lo que falta hoy, de todas las carencias que hay en la Provincia. Prefiero marcar la voluntad de construir juntos, la voluntad de actuar a favor de la regulación del Estado, la voluntad de abandonar el concepto de que la regulación de la tierra la hacen los desarrolladores inmobiliarios.

Voy a actuar hablando y planteando estos temas: esta es una norma que sale con la colaboración de todos los integrantes de la Cámara y, entonces, esto es muy positivo. Lo que yo querría también marcar es la ausencia de, quizás, un registro de tierras fiscales en la Provincia.

Parte de la dificultad del tratamiento en esta sesión de esta ley con la ley de la cesión de tierras al PROCREAR, es la ausencia de un registro de tierras o, por lo menos, un listado que permitiese la cesión a un fondo fiduciario para tener la posibilidad de construir viviendas en condiciones de transparencia y de viabilidad; la misma transparencia en la cesión que tuvo el decreto presidencial de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que cede 740 hectáreas en la provincia de Buenos Aires para el fondo fiduciario PROCREAR. Esas 740 hectáreas, al menos, implican 24 mil soluciones habitacionales o lotes a disposición.

Entonces, frente a esta etapa de los 100 mil créditos posibles, en estos 180 días la Provincia va a organizar su listado y vamos a poder entregar y ver las tierras que realmente existen.

Finalizando: deseamos vivir, y nuestra responsabilidad es construir un país donde no haya villas ni asentamientos, pero también donde nadie sienta la necesidad de vivir en un barrio cerrado por los problemas, a veces, de la mala habitabilidad de los grandes centros urbanos.

Esperemos que esta ley contribuya -y creo que así será si la trabajamos con espíritu de ciudadanía y de transparencia- a lograr mayor habitabilidad, en especial en el Conurbano Bonaerense, ámbito al cual es imprescindible dar un marco de tranquilidad, desarrollo humano y accesibilidad a la vivienda digna para todos sus habitantes.

Muchas gracias, señor Presidente. (APLAUSOS EN LOS PALCOS)
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